Acusan que primo del “Carrete” lidera la Defensoría Pública de Morelos

Antonio Mazari Benítez, identificado como primo de Santiago Mazari Hernández, el Carrete, fue nombrado desde 2018 al frente de la Defensoría Pública de Morelos por el gobernador Cuauhtémoc Blanco y aunque había sido vinculado a nexos con el narco a través del alcalde de Jojutla, esas acusaciones no fueron obstáculos para liderar una institución.

Al ser contactada por Infobae México, la dependencia comentó que Mazari Benítez no estaba disponible para confirmar dicho parentesco ni los alcances del vínculo familiar, sin embargo, el ex secretario de Seguridad del estado, Jesús Alberto Capella Ibarra, aseguró en entrevista radiofónica que el líder de los Rojos tiene una relación con quien fuera secretario de Jojutla.

“Así o más claro. En Jojutla pueden platicarles muchas historias de estos sujetos”, publicó en redes Capella Ibarra.

En marzo de 2018 fue revelado que el Carrete había financiado a 11 candidatos de ocho partidos en Morelos para que como alcaldes le garantizaran protección al líder criminal. Entre los señalados estuvo Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, quien llegó a la presidencia municipal de Jojutla y tuvo entre sus más cercanos colaboradores a Antonio Mazari Benítez,. El actual titular de la Defensoría Pública de Morelos fue vinculado como supuesto operador financiero para el Carrete, pero no trascendieron mayores persecuciones judiciales en su contra. Cuando se reveló su presunto nexo, solo no acudió a laborar. Pero los antecedentes no impidieron a que siguiera su carrera en la administración pública. Capella Ibarra fue secretario de Seguridad con Graco Ramírez, titular del ejecutivo estatal de 2012 a 2018. Y este 17 de enero ambos ex funcionarios fueron acusados de pactos con los Rojos, según grabaciones aseguradas por Cuauhtémoc Blanco, quien acudió a la Fiscalía General de la República (FGR) a presentar su denuncia.

“Estos personajes siempre han sido protegidos de ex gobernadores, existen audios y grabaciones de que Graco y Capella pactaron, yo no me voy a quedar con los brazos cruzados, porque mi personalidad no me lo permite”, dijo a los medios al acudir a las oficinas en la Ciudad de México.

Presuntamente, hay registros donde el propio Santiago Hernández Mazari admitió negociaciones con el exgobernador y Capella Ibarra. De ahí que fueron solicitadas las atracciones y ampliaciones en esas indagatorias. Pues Cuauhtémoc Blanco fue retratado con líderes criminales enemigos de los Rojos y está en medio de señalamientos por supuestos pactos con el crimen organizado, algo que él y su administración niegan, porque se encargaron de arrestos relevantes de aquellos señalados como cabecillas, además, reviran que todo el escándalo es una guerra sucia de la Fiscalía de Morelos, de ahí que debe intervenir la FGR.

Según el ex secretario de Seguridad Pública del estado, Homero Figueroa Meza, la Tripa, así como Raymundo Isidro Castro Salgado, el Ray, e Irving Solano Vera, el Profe, todos del Comando Tlahuica, mantenían un odio entre ellos mismos. Pero llegaron a coincidir para fotografiarse con el gobernador en una iglesia de Yautepec el 12 de diciembre de 2018.

Sobre las negaciones de Cuauhtémoc Blanco y su equipo, Jesús Alberto Capella Ibarra destacó que los tres líderes criminales pudieron ser identificados por escoltas para advertir al recién Ejecutivo de la entidad. Por ello descartó cualquier explicación lógica.

Cabe destacar que el Carrete, sentenciado a 20 años de prisión en agosto de 2020 por delincuencia organizada, también mantuvo nexos familiares y políticos en Amacuzac, donde nació antes de involucrarse con los Beltrán Leyva y fundar los Rojos como grupo remanente.

En este último municipio están detenidos Alfonso Miranda Gallegos, ex alcalde de la demarcación que reconoció su parentesco, además, su hijo, Gabriel Miranda Domínguez, fue condenado a 16 años y ochos meses de cárcel, por intentar asesinar a Noé Nava Reynoso, su rival político y quien fungió como presidente municipal de 2012 a 2015. Otro acusado es Jorge Miranda Abarca, en los mismos puestos y de la misma dinastía que habría protegido a los Rojos.

Los familiares de Santiago Mazari Hernández y el resto de sus operadores al sur de Morelos han sido amenazados de exterminio por parte del Cártel Sangre Brava, que anunció su irrupción para ir contra quienes dominan el territorio, incluido Eric Mazari, el Carretito.