El clima ya está cambiando poco a poco y estando en la segunda semana de marzo a quienes prefieren el calor que empieza a llegar con la primavera, se estarán saboreando que la temporada de frío está llegando a su final y ahora se estará buscando la forma de refrescarse ante el inminente calor que se espera para todo el territorio sonorense.
Y para ese efecto en Sonora se tienen muchos lugares para poder estar disfrutando de algún buen chapuzón y no solo los más tradicionales que se conocen, como pudieran ser Bahía de Kino, San Carlos o Puerto Peñasco, sino que hay muchos otros que se encuentran esparcidos por todo el estado.
Ese es el caso de la parte norte de Sonora, a una hora de camino saliendo de Agua Prieta, se encuentra un pequeño poblado poco conocido, en donde se puede encontrar un espacio realmente hermoso, donde corren las aguas de un río, en donde se puede estar retozando en franca camaradería, refrescándose del calor.
“Colonia Morelos: localidad rural del municipio de Agua Prieta donde pueden acudir a día de campo en la presa o en el río, pasear por la plaza, conocer el templo mormón antiguo (fue la primera Colonia Mormona en Sonora), el edificio antiguo del molino, y adquirir los productos de la región como frutas, verduras, quesos, entre otros. Esta semana santa la Colonia Morelos te espera”, dice la publicación.
Este poblado pertenece al Municipio de Agua Prieta y la página de Facebook “Agua Prieta Bonita Frontera” comparte esta información con la finalidad de invitar a visitantes que no conozcan esa zona a que lleguen a pasar un día agradable, ya que se encuentra a solo 78 kilómetros, o una hora, aproximadamente, de la cabecera municipal aguapretense.
Se encuentra justo sobre la carretera que une a Agua Prieta con Bavispe, a un costado de la presa que lleva el mismo nombre del pueblo, prácticamente a mitad de camino entre ambas ciudades, por lo que son ciudadanos de estos lugares quienes visitan más frecuentemente este rincón que combina unos paisajes muy atractivos con las montañas al fondo y el agua cristalina corriendo por el río.
Con ecosistemas muy particulares, con la afluencia de poca gente se puede disfrutar de un espacio como este, si se quiere alejar del bullicio de las grandes ciudades, de disfrutar de la naturaleza en un estado puro, resulta un agasajo llegar ahí, mojarse en esas aguas tranquilas y bajas y simplemente respirar hondo el aire puro y relajar el cuerpo, que luego de una semana de trabajo definitivamente se antoja visitar.