Entre el 2000 y 2021 se registraron mil 196 feminicidios en Morelos, según datos de la CIDH

La noticia del feminicidio de Margarita Ceceña, quien murió la noche del domingo 24 de julio a causa de un brutal ataque con gasolina y fuego, llenó de indignación al país entero por múltiples razones. La primera, por la naturaleza de la agresión que le costó la vida, pues seis de sus familiares acudieron a su negocio, en Cuautla, Morelos, para intimidarla a ella, a su madre y a sus hijos. Luego, la rociaron con gasolina y le prendieron fuego, al igual que a la tienda que manejaba.

La segunda, por la cercanía a otro caso que despertó el enfado y el coraje de la sociedad mexicana, como lo fue el feminicidio de Luz Raquel Padilla en Zapopan, Jalisco, cuya investigación sigue en curso. Y la tercera, entre muchas otras, es la impune y creciente violencia de género que persiste en Morelos, entidad que desde el 2000 hasta 2021 acumuló mil 196 feminicidios, de acuerdo con la Comisión Independiente de Derechos Humanos del estado (CIDHM).

Dicha cifra fue incluida por la organización en su informe A 6 años y medio de la AVG en Morelos sigue el feminicidio impune, presentado ante las autoridades estatales el pasado 13 de mayo de 2022.

La AVG (Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres) es un conjunto de acciones gubernamentales de emergencia que tienen el objetivo de combatir y acabar con la violencia feminicida. En Morelos fue activada por primera vez en 2015 y, hasta la fecha, sólo nueve de los 36 municipios la han decretado.

Cuernavaca, Xochitepec, Cuautla, Temixco, Jiutepec, Emiliano Zapata, Yautepec, Puente de Ixtla y Xoxocotla (de reciente creación, desprendido de Puente de Ixtla) son los municipios que hasta la fecha cuentan con la AVG.

En una reunión con Samuel Sotelo Salgado, secretario de Gobernación de Morelos, la CIDH de Morelos señaló que tan solo en 2021 la entidad acumuló un total de 77 feminicidios, cifra que contrasta y triplica a la reportada por la Fiscalía General del Estado (FGE) y el Instituto de la Mujer de Morelos (IMM), que es de 24 en el mismo periodo.

Si se compara la cifra de los últimos 21 años, la diferencia es aún más notoria.

Ante los mil 196 feminicidios contabilizados por la CIDHM entre el 2000 y 2021, la FGE y la IMM registraron únicamente 496, de acuerdo con los datos disponibles en su Plataforma de Datos de Feminicidios. Según informó la Comisión, 33 de los 36 municipios de la entidad han presentado al menos un caso de feminicidio en los últimos 21 años, incluyendo aquellos que han decretado la Alerta de Violencia de Género.

Asimismo, aseguraron que los diez municipios con mayor incidencia de este delito desde el 2000 son: Cuernavaca con 234, Jiutepec con 111, Temixco con 94, Cuautla con 74, Yautepec con 71, Emiliano Zapata con 52, Xochitepec con 51, Puente de Ixtla con 46, Jojutla con 42 y Tepoztlán con 38.

En este sentido, aludiendo al aparentemente bajo impacto que ha tenido la AVG en el estado, señalaron que desde que se decretó la alerta por primera vez, se han sumado 547 feminicidios. Es decir, casi la mitad de los casos registrados en los últimos 21 años ocurrieron desde la implementación de la AVG.

Cabe subrayar que la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución del Delito de Feminicidio en Morelos fue creada apenas en el año 2019. En suma, no fue sino hasta 2020 que se emitió de manera oficial el protocolo de actuación con perspectiva de género para la investigación de este delito.

Por otro lado, la CIDHM reportó durante el encuentro con el titular de la Segob estatal que de los nueve municipios con la AVG vigente, sólo siete entregaron informes de cumplimiento.

En este sentido, señalaron que Cuernavaca, Cuautla y Xoxocotla son los que presentan un mayor retraso en la materia, pues no cumplieron con ninguna de las 11 medidas emitidas por la Comisión para combatir la violencia feminicida.

Respecto al feminicidio de Margarita Ceceña, la Fiscalía General del Estado aseguró que ya había iniciado las investigaciones. Sin embargo, como ocurrió con Luz Raquel Padilla, la familia de Margarita declaró que ya había sido víctima de agresiones semanas antes de ser quemada viva, pero las lesiones que sufrió en ese entonces no fueron motivo suficiente para que las autoridades le brindaran atención ni apoyo.