Morena acusa al PAN de paralizar el Congreso en Morelos

De acuerdo con la fracción parlamentaria de Morena en el Congreso de Morelos, la falta de consenso por parte de los diputados del Partido Acción Nacional (PAN), se debe a que estos últimos desean evitar ser auditados.

Es así que por medio de un comunicado, la dirigencia estatal de Morena acusó al PAN y sus aliados de intentar mantener el control de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF), al paralizar el diálogo al interior del Congreso, afectando a más de 100 dictámenes que deberían resolverse en sesión ordinaria.

“Hoy, los que violentaron la legalidad en el Congreso del Estado de Morelos, PAN y aliados, pretenden lavarse la cara en un comunicado que es fiel reflejo de su hipocresía y falta de respeto a sus iguales y a la ciudadanía en general”

Fragmento del comunicado de Morena

Este pronunciamiento del partido morenista se debió a que el PAN señaló con anterioridad que Morena es quien está paralizando las actividades del Congreso de Morelos.

«El grupo parlamentario de Morena tiene reservado su derecho para designar a quien a su juicio deberá fungir como presidente o presidenta de la Junta política, por lo que es incongruente señalar como responsable al PAN, de la falta de acuerdos y consensos al interior de Morena para presentar su propuesta a encabezar dicho órgano legislativo», se lee en el comunicado del Partido Acción Nacional. Sin embargo, la fracción morenista aseguró que el PAN ha detenido al Congreso para ser ellos quienes decidan a la persona que presidirá la Junta Política, decisión que debe ser tomada por la coordinadora de la fracción parlamentaria de Morena, Paola Cruz.

Por otro lado, los diputados morenistas afirmaron que existen diversas cuestiones en cuentas públicas que no han sido resueltas, y que la bancada panista busca encubrir, pues de acuerdo con los miembros de Morena, los blanquiazules han desaparecido todas las carpetas que daban cuenta de estas irregularidades. Finalmente, la bancada de Morena indicó que se encuentran abiertos al diálogo, siempre y cuando esté basado en el respeto y no “con la pretensión desmedida e insultante, de una sumisión incondicional”.