Nada que festejar con desaparecidos en Morelos

Cuernavaca, MORELOS.- Desde hace nueve años que desapareció su hijo Diego Armando, la vida de Alma Grisela Nieto Manuel cambió drásticamente. Las fiestas decembrinas no son las mismas. Aún tiene la esperanza de encontrarlo y en su casa hay una silla vacía junto a la mesa para poder compartir una cena. 

Diego era electricista y plomero. El 13 de agosto del 2011 salió a trabajar, pero ya no regresó. Durante las primeras horas de su desaparición recibieron llamadas telefónicas por un supuesto secuestro, pero después dejaron de comunicarse.

En estos días de celebraciones para la mayoría de las personas, Alma tiene la esperanza de poder saber en dónde está su hijo, encontrarlo con vida y pasar un rato agradable junto a él. 

Todos los días la señora se levanta con incertidumbre, pero también con la esperanza de saber el paradero de su hijo, y está segura que un día va encontrarlo.

Durante este tiempo ha estado presente en las diligencias de los panteones de Jojutla y Cuautla, en donde exhumaron gran cantidad de cuerpos, con la esperanza de tener una respuesta, pero regresa a su casa sin resultados.

Alma siempre tiene presente a su hijo, cuando es su cumpleaños lleva a la Ofrenda de Víctimas, en las puertas del Palacio de Gobierno, un pastel y mariachis, compartiendo un momento al lado de la fotografía de Diego Armando. 

«Para nosotras las víctimas no hay ninguna fecha que festejar, porque sin nuestros hijos o cualquier otro familiar no podemos celebrar. Vemos la silla vacía y nos hace falta nuestro ser querido.”  Alma Grisela, mamá de desaparecido