A casi 15 años de que la creación del Instituto de Pensiones del Estado de Morelos estuvo en la agenda política como un asunto necesario, el grupo parlamentario del PAN vuelve a retomarlo debido a que de prioritario pasó a ser urgente.
El coordinador del grupo, Óscar Cano Mondragón, señaló que si en 2007 se requería un fondo de 15 mil millones de pesos para darle viabilidad al pago de las pensiones, ahora esa cantidad se triplicó y significa una fuga muy importante de recursos públicos que podrían ser invertidos en obra social.
Reconoció que es un tema álgido, que no gusta a los sindicatos de burócratas, pero al que, sin embargo, es necesario “entrarle”, ante el riesgo de que la administración pública entre en una quiebra técnica por insuficiencia presupuestal.
El diputado recordó que las pasadas comparecencias de secretarios ejecutivos ante las comisiones legislativas del Congreso con motivo de la glosa del tercer informe de la administración estatal, dejaron en claro que cada vez se destina más dinero al gasto de operación de las dependencias, y eso incluye la nómina, que a la inversión.
Al inicio de la administración panista de Marco Adame, solo cinco estados del país no contaban con un fondo de pensiones y para 2022, Morelos es el único de los 32 estados que no cuenta con este sistema.
Agregó que es necesario que hoy se repita el estudio actuarial que, en su momento, llevó a cabo el especialista en la materia Francisco Aguirre Morales, de Saltillo, Coahuila, quien ha elaborado la mayoría de los proyectos de los institutos de pensiones, para conocer la realidad actual de Morelos.
Reconoció que de la mano del Instituto será necesaria una reforma a la Ley del Servicio Civil, la cual se mantiene a nivel nacional como “un paraíso” para la burocracia estatal, so pena del impacto presupuestal que conlleva.